Según Echarren, no se recogieron las palabras pronunciadas en su contexto, ya que u alusión a que los pobres pueden robar en los hipermercados sin que sea pecado "fue realizada junto con otros ejemplos como una tienda, un huerto, una gallina o un supermercado, aunque lo que luego fue noticia aludía sólo al hipermercado".

Según la nota, "convertir en declaraciones un ejemplo de moral tradicional, dado en el contexto de una conferencia de más de una hora, es una forma grave de manipulación del pensamiento, en este caso de un obispo".

El prelado señala que "al expresar como afirmciones tajantes del Obispado dichas aseveraciones se puede hacer daño a mucha personas, sobre todo teniendo en cuenta la situación socioeconómica que vivimos".

En este sentido, los responsables de los hipermercados de Gran Canaria reforzaron ayer los servicios de seguridad por temor al eco que estas palabras pudiesen encontrar al ser difundidas por los medios de comunicación locales.

En cuanto a la polémica, Ramón Echarren dijo que "no se trata de discutir la naturaleza del derecho a la propiedadprivada, sino de que comprendamos que somos administradores de unos bienes que Dios destina a todos los seres humanos y esto significa que sobre la propiedad existe una hipoteca social". Añade que se trata de "devolver a los indigentes lo que es suyo, lo que les pertenece en justicia".