MONSEÑOR BUXARRAIS, A FAVOR DE LA REGULACION DE LAS DROGAS BLANDAS, COMO MAL MENOR
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Monseñor Ramón Buxarrais, obispo dimisionario de Málaga, es partidario de regular el consumo de drogas blandas como "mal menor", al haber comprobado que "los medios represivos empleados hasta ahora parecen no haber dado con la solución", según el artículo que publicará el próximo número de la revista "Vida Nueva".
El obispo dimisionario asegura que el delegado para el Plan Nacional sore Drogas, López Riaño, se le adelantó al plantear la necesidad de abrir un debate sobre la legalización de las drogas blandas.
"Me estremezco ante el dolor de tantos padres por la desesperada situación de sus hijos drogadictos. Todavía resuenan en mis oídos los gritos de las madres gallegas ante el juzgado que absolvió a los sospechosos capos de la mafia: "¡Vosotros habeís asesinado a nuestros hijos!".
Monseñor Buxarrais critica la mala acogida de la propuesta de López Riaño en algunos sectores e la ciudadanía, entre ellos el mismo presidente del Gobierno y algunos ministros.
"Como la prostitución, que jamás podrá ser aprobada, acaso tolerada, la droga es un hecho doloroso, pero innegablemente real. Los medios represivos empleados hasta ahora parecen no haber dado con la solución. La regulación sería el menos malo de los males 'perennes', como es el caso de la prostitución", afirma.
El obispo no observa una "notable diferencia entre el alcohol-tabaco y las drogas blandas" y recuerda queen España hay tres millones de alcohólicos y miles de ciudadanos que mueren de cirrosis a causa del abuso de la bebida.
INFORMACION Y EDUCACION
"Hasta hoy", añade, "parece que el medio más eficaz está en la información y la educación de las ciudadanos. Así se está haciendo en España y otras naciones con notable, pero no total éxito. Plantear pues, como ha hecho López Riaño, la posible regulación de las llamdas drogas blandas no creo que sea tan desacerdado".
En opinión de Ramón Buxarrais, el prblema tendría una solución más radical si se nos educara previniéndonos contra la cultura hedonista. Se tiene que decir abierta y claramente que el placer no es un fin en sí mismo".
"Es preferible tener manos, aunque se tengan sucias. Por todo ello opino que la propuesta de López Riaño con relación a las llamadas drogas blandas no es tan desatinada. Tal vez se evitaría el blanqueo de muchas vidas, aunque desgraciadamente no todas".
(SERVIMEDIA)
02 Oct 1994
EBJ