MONJAS ARGELIA. LAS DOS HERMANAS QUERIAN SER ENTERRADAS EN ARGEL, SEGUN UN PORTAVOZ DE SU CONGREGACION

MADRID
SERVIMEDIA

Las dos agustinas asesinadas ayer en Argel, Esther Paniagua y María Caridad Alvarez, habían manifestado su deseo de ser enterradas en el país que habían desarrollado su actividad misionera, "si les llegaba a sueder algo", según manifestó a Servimedia una portavoz de la congregación, María Paz Martín.

La delicada situación provocada por el integrismo islámico en Argelia no permitirá que la voluntad de las hermanas pueda ser cumplida porque sería una "temeridad grande" que la familia se desplazara a la zona para asistir al entierro.

Las dos hermanas llevaban trabajando "toda una vida" en Argelia. Esther llegó al país hacía más de 19 años y María Caridad casi 13 años. La portavoz de la congregación lament que el trabajo de estas mujeres haya tenido que ser conocido cuando les ha llegado la muerte.

"Es un sentimiento de rabia y admiración el que sentimos hacía estas mujeres, que no se puede dibujar con palabras porque toca la parte mistérica de la vida, donde no cabe ninguna actitud protagónica y sí una profunda fe de servicio a la humanidad", añadió.

En la casa de la congregación en Argel permanecen ocho agustinas misioneras, que están siendo acompañadas por la superiora provincial de la congregaión de Madrid, María Jesús Rodríguez que viajó junto a la superiora de la orden el día 4 de este mes a Argelia "para conocer la situación de la casa porque éramos muy conscientes del peligro que corrían", dijo.

María Paz Martín agradeció las muestras de condolencia de toda España recibidas en la congregación, "incluso de hermanos misioneros que trabajan en Hispanoamérica".

(SERVIMEDIA)
24 Oct 1994
EBJ