El análisis que realiza UGT en este documento revela que "las deficiencias del mercado laboral se deben básicamente a la negativa posición que ocupan algunos colectivos como son el de mujeres, jovenes, personas con discapacidad, inmigrantes y minorías étnicas".

La central sindical resalta, como ejemplo de la discriminación laboral a las mujeres, que entre los contratos firmados por jóvenes entre enero y diciembre de 2004, un total de 10.764.317, la mayoría, el 56 por ciento, fueron rubricados por hombres.

Denuncia, asimismo, que el salario medio de los menores de 35 años se sitúa en 784,7 euros al mes, aunque las mujeres cobran un 27 por ciento menos que los hombres, con un sueldo de 680,1 euros frente a los 864,7 de los jóvenes.

Los bajos sueldos de los jóvenes españoles, añade, se ven reflejados en el alto índice de dependencia de los menores de 30 años, que en el 77 por ciento de los casos continúan viviendo con sus padres.

En este sentido, UGT cifra en un 29 por ciento el porcentaje de españoles de entre 15 y 30 años que tenía independencia económica completa en 2004, mientras que un 42 por ciento sólo podía pagar los gastos "de bolsillo".

Estos salarios se unen a escasa estabilidad que sufren los jóvenes españoles en sus puestos de trabajo, ya que entre los menores de 25 años la temporalidad de los contratos alcanza el 65 por ciento, casi el doble que la media europea, que se sitúa en el 38 por ciento.

TEMPORAL Y ARRIESGADO

Asimismo, del total de los contratos firmados por los menores de 35 años en 2004, un 90 por ciento fueron de carácter temporal, de los que la mayor parte eran por obra o servicio, mientras que sólo un 1,98 por ciento fueron indefinidos.

La precariedad incide directamente en el grado de siniestralidad, ya que "el perfil del trabajador que más papeletas tiene de padecer un accidente laboral o enfermedad profesional es un jóven de entre 16 y 25 años, con un contrato inferior a 6 meses, con baja cualificación y que trabaja en empresas de menos de 50 trabajadores".

Por otro lado, el estudio revela que un 38,6 por ciento de los jóvenes tarda una media de dos años o más en encontrar un empleo, aunque es mayor el porcentaje de los que lo hacen en un periodo de uno a dos meses o tarda de tres a cinco meses. En el extremo contrario, sólo un 15 por ciento consigue trabajo en menos de un mes.