El 53% de los facultativos encuetados se queja de que el cambio de laboratorio del medicamento genérico que ellos prescriben confunde al paciente y le hace volver a la consulta.

Además creen que puede afectar al seguimiento terapéutico del paciente (30,9%), que los excipentes no son iguales (25,5%), que no le permiten hacer un seguimiento del paciente (14,7%), que no son intercambiables entre sí (10,9%), y que el efecto placebo es negativo (4,5%).

En cuanto a los farmacéuticos sondeados, un 62% dice sustituir el genético recetao por el médico por otro cualquiera cuando no disponen del primero en su establecimiento; sin embargo, el 59% de los mismos dicen recomendar la mayoría de las veces el uso de genéricos a sus clientes.

A pesar de ello, el 62% de los pacientes señala que sus médicos no les recetan estas medicinas, aunque cuando se las recetan, el 81% afirma salir igual de satisfecho en cuanto a la eficacia y seguridad.

El sondeo se realizó en abril de este año mediante entrevistas personales a 200 farmacéuticos, 40 médicos y 400 pacientes mayores de 65 años, seleccionados de forma aleatoria.