LA MITAD DE LOS MEDICAMENTOS QUE LOS CIUDADANOS DONAN PARA AYUDAR A PAISES EN SITUACION DE EMERGENCIA SON INSERVIBLES

MADRID
SERVIMEDIA

La mitad delas donaciones de medicamentos que los ciudadanos de todo el mundo realizaron en la década de los noventa para ayudar a poblaciones civiles en situación de emergencia en países como Bosnia-Herzegovina y Kosovo no se pudieron utilizar por motivos diversos.

Una decena de ONGs del sector sanitario que trabajan en el ámbito de la cooperación internacional presentaron hoy en Madrid una campaña para reducir el número de medicinas no válidas que los españoles donan a países en desarrollo.

Muchas de esta donaciones no sólo no ayudan a paliar el problema que pretenden resolver, sino que crean otros nuevos, ya que los países receptores se ven obligados a destruir estas medicinas sin disponer de instalaciones adecuadas para ello.

Las ONGs que promueven la campaña mantienen que un elevado porcentaje de estos fármacos no se ajustan a las enfermedades de los países receptores, no reunen las garantias de calidad adecuadas o sus etiquetas son ilegibles.

Entre los ejemplos más representativos de este tip de situaciones destacan las 35.000 toneladas de medicamentos que llegaron como donativos a Bosnia-Herzegovina entre 1992 y 1996, de los cuales 17.000 no eran válidos.

Según estas organizaciones, con el dinero necesario para la destrucción en condiciones de seguridad de estas medicinas, cerca de 5.000 millones de pesetas, se podrían cubrir las necesidades básicas de salud de 2 millones de refugiados duante 5 años.

PARCHES ANTINICOTINA

En Kosovo, el 50 por ciento de los envíos de fármacos que llgaron a los refugiados en 1999 eran inservibles. Entre estos productos había cacao de labios y parches antinicotina.

Mercedes Alonso, directora de Prosalus, la organización que coordina la campaña, declaró hoy en rueda de prensa que "antes de cualquier donación, es necesario hacer una evaluación de las necesidades del país receptor".

Las ONGs coinciden en señalar que las donaciones de medicinas conribuyen a facilitar el acceso de los países más pobres a los fármacos esenciales, por lo que insistiron en la necesidad de aumentar la información dirigida a las personas que donan.

En este sentido, Alonso recordó que hay organizaciones especializadas que distribuyen en cualquier parte del mundo medicamentos en las mejores condiciones de seguridad. Asimismo, las organizaciones consideran que suele ser más práctico ayudar económicamente a la adquisición de estos fármacos que la donación directa de la medicina.

(SERVIMEDIA)
22 Feb 2000
GJA