El Proyecto para la Evaluación Continuada del Impacto de la Alopecia, analizó las repercusiones psicológicas de esta patología en el varón español, para lo que se entrevistó el pasado mes de mayo a 500 individuos de entre 25 y 45 años con alopecia inipiente y leve.

Para el doctor Ramón Grimalt, del Servicio de Dermatología del Clínico de Barcelona y miembro del Grupo Español de Dermatología y Psiquiatría, la alopecia se convierte en una enfermedad cuando el paciente consulta al dermatólogo. "A nuestras consultas", aclaró, "no acuden los hombres más calvos, sino los más preocupados".

El 63% de los encuestados considera que la caída del cabello les hace sentir menos atractivos y, al menos, uno de cada cuatro hombres preocupados por este problea creen que tendrían más confianza en sí mismos y más vida social si no se les cayera el pelo.

Sólo un 14% de los hombres preocupados por su imagen y por el impacto que la alopecia supone para ellos afirma haber tomado medidas para combatirla, porcentaje que asciende hasta el 55,4% entre los que ha mostrado cierta inquietud o preocupación por el tema.

A juicio del doctor Grimalt, los varones más preocupados por la alopecia perciben de forma alterada su propia imagen (dismorfofobia), y padecerla etá asociada a sentimientos de ansiedad y otros problemas psicológicos.

También señaló que la edad es un factor determinante a la hora de valorar la importancia de la caída del cabello en la imagen personal, ya que no afecta psicológicamente de la misma forma a un joven de 20 años que a un hombre de 50, "edad en la que la mitad de los individuos tiene algún grado de calvicie", dijo.