En el periodo comprendido entre enero y setiembre de 1991, las ofertas de empleo registradas en el INEM por empresas que no habían encontrado por sus propios medio un trabajador adecuado para ella fueron 462.136, de las que 116.957 eran de peón y 113.232 del sector agraio, el 49,8 por cien del total.

También sobresalen las ofertas para puestos de administrativos (42.279) y trabajadores de hostelería, personal doméstico y de seguridad (42.530), mientras que son prácticamente testimoniales las dirigidas a directivos de empresa (263) y relativamente bajas las destinadas a profesionales y técnicos (30.918).

Los empleos de mayor cualificación raramente son buscados por las compañías a través del INEM, pero incluso la inmensa mayoría de puestos de baja nivel profesioal, como los citados de peones, empleados de hostelería, y trabajadores del campo son captados directamente por las empresas.

En 1991, fueron reclutados por este procedimiento aproximadamente el noventa por ciento de los profesionales y técnicos, una proporción aún mayor de los administrativos, los empleados de la construción y del sector financiero, y más del 99 por ciento de los directivos.

De hecho, las colocaciones efectuadas por el INEM supusieron en el 91 menos de la décima parte del total,ya que el resto correspondió a empleos adjudicados previamente por la empresa, después de hacer la selección por sus propios medios, y que pasaron por el INEM únicamente para cumplir la formalidad burocrática de registro.

PROBLEMAS

Estos datos ponen de manifiesto los problemas de los servicios de colocación del INEM para casar las ofertas de empleo llegadas a sus oficinas con alguna de las demandas registradas, a pesar de que éstas exceden sobradamente a las primeras.

La razón estriba en que la ofertas más atractivas no suelen llegar a los despachos del INEM. Concretamente, en 1991 sólo el 9,5 por ciento de las colocaciones formalmente registradas en el INEM fueron el resultado de una gestión de los servicios del instituto.

Este nivel es inferior al de 1990, cuando se situaba en el 10,8 por ciento, y se encuentra muy alejado del que se registraba todavía en los primeros años ochenta, cuando el INEM gestionaba la consecución de más de la cuarta parte de las colocaciones.

La reforma de l prestación por desempleo aprobada ayer por el Consejo de Ministros pretende variar esta situación, al obligar a los parados a aceptar obligatoriamente la segunda oferta de empleo que reciban, so pena de perder la prestación.

Los parados tendrán que coger el empleo siempre que sea adecuado a sus aptitudes físicas y formativas, aunque el salario sea inferior al seguro de paro y el empleo no corresponda con su profesión.

Las posibilidades de que esto ocurra parecen relativamente altas, dado el nive de salarios pagados a las categorías profesionales para las que más ofertas se presentan en el INEM, las de peones, los trabajadores del sector primario y administrativos.