Así lo atestiguaron la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 en funciones, Ione Belarra, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, en la rueda de prensa posterior a la reunión informal de ministros de Educación y Juventud de la UE que se está celebrando en Zaragoza.

En su intervención, Belarra explicó que en el encuentro mantenido con sus homólogos se ha tratado una “cuestión central” para la Presencia española del Consejo de la UE: la participación de los jóvenes en todas las políticas comunitarias a “todos los niveles”.

Recordó que los jóvenes de la UE “sólo han vivido crisis sucesivas”, desde la económica y financiera de 2008 hasta la socioeconómica motivada por la invasión rusa de Ucrania.

En ese sentido, llamó a no caer en el error de “la culpabilización, de la criminalización” de los jóvenes, con quienes es “muy importante contar” para el desarrollo de “todas las políticas públicas que les afecten y para todas las políticas en general, aplicando el ‘mainstream’ en juventud”.

A su juicio, resulta “fundamental que Europa sea sinónimo de más derechos, de más igualdad, de justicia social, y que eso sea lo que haga ganarnos la confianza de los jóvenes”, lo que le permitió deslizar que “no podemos criticarles de que no se sientan parte” de la UE, para lo cual instó a reconocerles más derechos.

En la misma línea, consideró que la justicia climática, la salud mental, la precariedad o el acceso a la vivienda han de situarse en “el centro de la agenda”, lo que permitiría que “la juventud sea más europeísta que nunca”.

Ione Belarra señaló que cada Estado miembro “tiene soberanía para decidir cuáles son los canales adecuados de participación”, aunque indicó que España cuenta con mecanismos que podrían servir de referencia para el resto de socios.

Por otro lado, expuso que “los jóvenes han sido capaces, con muchas dificultades y con mucha contundencia, de colocar la salud mental en la agenda pública, no sólo en España sino en los países europeos, diciendo muy alto y muy claro que la salud mental es tan importante como la salud física, y que tenemos que garantizarla a través de los servicios públicos”.

También puso de manifiesto la importancia de dedicar más recursos a la salud mental, lo que pasa por el acuerdo de “todos los Estados miembros, que somos muy distintos, muy diversos, y cuesta ponerse de acuerdo, pero cuando nos ponemos de acuerdo avanzamos”.

Por su parte, Margaritis Schinas afirmó que los titulares de Juventud de la UE han mantenido un “debate muy rico” en el que “nos hemos puesto de acuerdo en que la mejor política para los jóvenes es añadir la dimensión de la juventud en todas las políticas comunitarias”.

Ratificó que “los jóvenes europeos esperan mucho de Europa” y llamó a no defraudarles, ya “se lo debemos” después de que “pasaron por una serie de crisis sucesivas; pero sobre todo porque han perdido muchas oportunidades en formación, movilidad, viajes, vacaciones, amor”.

Ante la próxima de las elecciones al Parlamento Europeo, que se verificarán el año que viene, invitó a “hacer todo lo posible para que vayan a votar, porque ningún problema se soluciona para los jóvenes, si ellos no participan activamente en su solución”.

En lo concerniente a la salud mental, rememoró que la Comisión presentó hace unos meses su primera comunicación sobre este asunto en la que se concretaron “dos derechos fundamentales”: garantizar a todos los europeos los mecanismos de ayuda oportunos y la consideración de esta cuestión desde un punto de vista poliédrico en el que intervienen el mercado de trabajo, la tecnología o el cambio climático.