Abánades explicó que todos los años, durante los días anteriores y posteriores a dicha festividad, se registra un "considerable aumento" del número de visitantes a los cementerios de Madrid, en comparación con las restantes fehas del año.

Abánades señaló a esta agencia que los visitantes se gastan en flores para sus muertos entre las 1.000 pesetas que cuesta un ramo, la compra más generalizada, y las 10.000 ó 15.000 que vale un cesto de flores.

En cuanto al tipo de servicio más solicitados a la funeraria, señaló que la gente continúa prefiriendo la inhumación temporal o enterramiento a la incineración, si bien se ha registrado un ligero aumento de ésta última modalidad en los últimos tres años. "Esto se debe quizás a ue está desapareciendo el tabú que rodeaba a las incineraciones", dijo.

El director de servicios de la Funeraria Muncipal de Madrid indicó que en 1993 se realizaron un total de 27.456 sepelios, de los que 4.668 (17 por ciento) fueron incineraciones y el resto (83 por ciento) enterramientos en nichos. Asimismo, entre enero y julio de este año, se realizaron 9.648 enterramientos y 3.069 incineraciones, que han aumentado un 17,2 por ciento.

El precio medio del servicio funerario es de unas 300.000 psetas y, según fuentes de la Funeraria Municipal, el que más se utiliza en el de la compañía de decesos, que es un servicio integral que cuesta 230.000 pesetas e incluye capilla ardiente, furgón de recogida, esquelas y coches fúnebres. La incineración cuesta 22.344 pesetas.