ETA

MILES DE PERSONAS SE MANIFIESTAN EN MADRID EN APOYO A LA MEMORIA DE LAS VICTIMAS

- La marcha queda deslucida por las descalificaciones y los intentos de agresión contra José Bono

MADRID
SERVIMEDIA

Miles de personas se manifestaron esta tarde en Madrid, entre la Plaza de Cibeles y la Puerta del Sol, en una movilización convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo por la "memoria" y la "dignidad" del colectivo y en rechazo a la liberación de etarras con miles de años de cárcel, como el caso de José Ignacio de Juana Chaos.

La marcha estuvo encabezada por una pancarta con el lema "Memoria, justicia y dignidad con las víctimas", que portaban afectados tanto por el terrorismo de ETA como por el islamista que protagonizó el 11 de marzo.

Pese a que en un inicio se habló de una manifestación silenciosa, los hechos vinieron a demostrar todo lo contrario. Los gritos contra el Gobierno, por la unidad de España y por el cumplimiento íntegro de las penas para los terroristas jalonaron la marcha.

El capítulo más negativo lo protagonizaron un grupo de manifestantes que, tras comprobar cómo el ministro de Defensa, José Bono, se sumaba a la marcha, comenzaron a increparle y lanzarle insultos.

Llegado un momento, Bono, que se sumó junto a su hijo a título individual a la manifestación -el Gobierno no había comunicado su presencia-, fue agredido por algunos manifestantes, que le empujaron y le trataron de golpear con banderas de España y palos sueltos.

En el momento en que vieron la posibilidad de echar al ministro de la manifestación, cinco hombres de mediana edad le empujaron hasta la calle Virgen de los Peligros, perpendicular a la de Alcalá, por donde discurría la marcha.

Los tradicionales gritos contra la banda terrorista ETA, como "¡asesinos, asesinos!" o peticiones de "cadena perpetua" para los miembros de la banda, fueron sustituidos durante buena parte del recorrido por cánticos contra el Gobierno y los socialistas.

Los manifestantes no dudaron en proferir gritos contra el Alto Comisionado del Gobierno para la Atención a las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, quien declinó asistir a la manifestación.

Los participantes pidieron a gritos su dimisión y se preguntaron dónde estaba el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, o el actor Javier Bardem, cuyo rostro fue uno de los habituales en las manifestaciones de hace dos años contra la guerra de Iraq, ausente hoy en Madrid.

SEVILLA Y SIMANCAS

Además del ministro de Defensa, el único miembro del Ejecutivo Zapatero presente en el acto fue el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, flanqueado por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el secretario general del Partido Socialista de Madrid, Rafael Simancas, que también fue objeto de las iras de los manifestantes.

Más tranquila fue la marcha de los dirigentes del PP que acudieron a la manifestación, encabezados por su secretario general, Angel Acebes, la presidente de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, además de otros cargos menores de la organización.

La marcha concluyó ya de modo más pacífico en la Puerta del Sol, al filo de las siete de la tarde, momento en el que representantes de las víctimas del terrorismo iniciaron sus intervenciones en un escenario improvisado al efecto. En ese momento, aún no asomaban por la céntrica plaza madrileña los políticos.

Las intervenciones de las víctimas estuvieron presentadas por la periodista Isabel San Sebastián, quien dio paso a José Alcaraz, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, y otras personas que han sufrido en sus carnes la barbarie terrorista. En la Puerta del Sol, llena a rebosar, más de 20.000 personas escucharon sus testimonios.

(SERVIMEDIA)
22 Ene 2005
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