A esta manifestación asistieron delegados sindicales de los tres sindicatos de toda Galicia, así como los trabajadores de medio centenar de empresas en crisis, de las que una veintena pertenecen al sector público.

La manifestación recorrió las calles de Santiago antes de concluir en la plaza del Obradoiro, ante la sede de la presidencia de la Xunta. Los trabajadores concentrados corearon consignas en contra de las políticas económicas del Gobierno central y e la Xunta, al tiempo que llenaban la Plaza del Obradoiro las pancartas de trabajadores de empresas del sector naval de Vigo, GEA, Santa Bárbara o Picusa, que por separado han protagonizado movilizaciones recientes en Vigo, La Coruña o Santiago.

Al término de la manifestación fue leído un comunicado conjunto en el que se revela que en los últimos 18 años Galicia perdió cerca de trescientos mil empleos, de los que 70.000 pertenecían al sector industrial.

El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, afrmó que su Gobierno hablará con los sindicatos y escuchará sus propuestas, pero que no le influirá esta movilización, "y mucho menos después de que algunas de esas organizaciones se han permitido, contra lo que sería normal y deseable, tomar posiciones políticas y electorales en estos días, de las que hemos tomado muy buena nota".

Fraga dijo que todo lo que planteen los sindicatos y sea considerado razonable será tenido en cuenta, aunque insistió en considerar "inoportuna y fuera de contexto, en este omento electoral, esta posición".

Con respecto a las negociaciones entre astilleros de Vigo para la construcción de 75 buques para Camerún, Manuel Fraga recomendó a los empresarios gallegos un esfuerzo de generosidad para asegurar el contrato. En este sentido apuntó como conveniente "que la última peseta la gane otro".