Los sindicatos de la función pública valoraron positivamente la respuesta a la huelga, que consideraron que debe servir para que el Ejecutivo vasco reconsidere su decisión.

José María Larrañaga, del sindicato ELA, hizo un llamamiento, en nombre de los convocantes, al Gobieno vasco: "Que se sienten a negociar desde una posición sin condiciones previas, es decir, lo que ha sido una negociación real en los últimos 13 años. Que se sienten y que negocien que estamos dispuestos a negociar. Lo que no estamos dispuestos a asumir es una imposición y menos con la condición previa del 0%".

En caso de que el Ejecutivo vasco no de marcha atrás en su propuesta de congelación salarial, los sindicatos han anunciado para mediados de enero movilizaciones más sostenidas y contundentes. El Gobierno vasco ha considerado escaso el seguimiento de la huelga. El viceconsejero de la Función Pública, Alberto Macazaga, aseguró que deben reanuarse las negociaciones para alcanzar un acuerdo, pero siempre partiendo de la situación de crisis económica, que no permite atender incrementos salariales.

Los datos de la incidencia del paro en la administración pública vasca varían según las fuentes. La Consejería de Presidencia del Gobierno vasco calificó el seguimiento como sustancialmente inferio a las dos últimas convocatorias de huelga, como la del 14-D, cuya indicendia fue del 50%, y la del 28-M de 1992, que tuvo una repercusión del 40% en el País Vasco.

Por su parte, José María Larrañaga, de ELA, rechazó los datos ofrecidos por la Consejería de Presidencia y aseguró que ha habido un seguimiento masivo en la administración autonómica y local, y también en la enseñanza, en torno al 85%, y menor en Sanidad, donde ha sido de un 50%.