LAS MIGRACIONES PROCEDENTES DE LOS PAISES DEL ESTE HAN SIDO LIMITADAS, SEGU UN INFORME DE LA OCDE

MADRID
SERVIMEDIA

Las previsiones anunciadas hace dos años sobre la llegada a los países Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de oleadas masivas de emigrantes procedentes de países de la Europa del Este, no se han cumplido, según revela el informe Sistema de Observación Permanente de las Migraciones (Sopemi) de la propopia OCDE referido a 1990.

Es más, según el Sopemi, y a excepción notoria de Alemania, esa inmigración, que según las speculaciones iba a afectar especialmente a los países de la OCDE, "ha sido relativamente limitada" y los flujos dominantes siguen teniendo su origen en los países del Magreb, Turquía y Yugoslavia.

Los inmigrantes del Este no han sustituido a los primeros inmigrantes, sino que más bien se han añadido a ellos.

Esta situación tiene parte de explicación en la orientación que adoptan los movimientos migratorios, los cuales se dirigen hacia los países con los que mantienen vínculos históricos o aquélls en los que en períodos anteriores se instalaron comunidades con las que mantienen lazos.

Los recientes movimientos migratorios Este-Oeste ponen de manifiesto que se desarrollan notablemente en Alemania y Austria, y en menor medida hacia los países nórdicos.

En Alemania, con casi cinco millones de residentes extranjeros procedentes de los países del Este, cerca del 44 por ciento de los solicitantes de asilo en 1989 eran de estos países, especialmente de Polonia, Rumanía y Yugoslavia.

Otro tnto sucede en Austria, que acoge sobre todo a húgaros y checoslovacos.

En Noruega, donde se produce una migración temporal, la situación parece diferente y los flujos migratorios, especialmente los procedente de Polonia, se han estabilizado.

Destaca Israel, que asumió entre 1989 y 1990 una parte importante de la emigración soviética, alrededor de 200.000. En Canadá, los emigrantes polacos doblaron en 1989 a los del año precedente.

Las estadísticas muestran que los residentes extranjeros procdentes del Este son relativamente pocos en los países de la OCDE, pero son cifras que ofrecen una imagen reducida de la importancia de personas de origen extranjero instaladas en esos países, afirma el informe.

Teniendo en cuenta la vejez de ciertas corrientes migratorias, muchos inmigrantes han adquirido la nacionalidad del país de acogida y no figuran en las estadísticas como extranjeros.

En Francia, por ejemplo, las personas originales de países del Este, alrededor de 220.000, representan el 1 por ciento de franceses por adquisición, con una fuerte proporción de polacos, el 70 por ciento.

PERSPECTIVAS

Para el informe Sopemi, las perspectivas de los movimientos migratorios Este-Oeste dependerán de las reformas económicas, sociales y políticas en curso acelerado que viven esos países.

Este trabajo estadístico fue elaborado cuando los acontecimientos del golpe de Estado en la URSS no se habían producido.

Aún así, el estudio prevé un aumento del paro en esos países o del número de ubempleados que provocará la transición hacia la economía de mercado, con lo que los candidatos a la emigración serán numerosos, incluso entre los trabajadores más cualificados.

Por otro lado, la situación demográfica de los países del Este, que cuentan con una población más jóven comparada con los de la OCDE, puede ser una condición favorable para desencadenar flujos importantes.

Sopemi también señala como elementos que condicionarán los flujos migratorios la liberalización en estos países de la legislaciones relativas a inmigración que autorizan a salir de sus fronteras y el resurgimiento de conflictos interétnicos, que supondrán una presión a la emigración en los próximos años.

La experiencia migratoria pasada del continente europeo y americano muestra que será imposible para los países de la OCDE acoger un número elevado de migrantes procedentes de la Europa del Este, especialmente de la Unión Soviética, en un corto plazo de tiempo, subraya el informe.

Por ello, sus autores recomiendn medidas destinadas a controlar los flujos migratorios y recuerdan que los Estados Unidos, que acogieron entre 1820 a 1989 cerca de 56 millones de inmigrados, de los cuales más de la mitad procedían del continente europeo y 6 millones de Europa del Este, necesitaron que transcurrieran dos siglos para poder absorverlos a todos.

(SERVIMEDIA)
09 Sep 1991
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