Las detenciones se produjeron hacia las ocho de la noche de ayer en una plaza del barrio de Las Arenas, del municipio de Getxo. Los arrestados son Ignacio Gonzálo Casal, natural de Bilbao, de 30 años y residente en la localidad guipuzcoana de Hernani; Iñigo Otazua Urresti, domiciliado en Getxo y de 26 años; Angel Figueroa Fernández, de 22 años y con domicilio en la misma localidad, y Andoni Muñoz de Vivar Berrio, residente en Urduliz y de 28 años.

El jefe del grupo, Gonzalo Casal,fue captado para la organización ETA a través de José Javier Zabaleta Elósegui "Baldo", de quien recibió el encargo de montar un grupo de activistas "legales"(no fichados por la policía) para reforzar la infraestructura de ETA en Vizcaya.

Por su parte, y según fuentes de la Ertzaintza, Ignacio Gonzalo captó a sus colaboradores en el entorno que rodea al mundo radical abertzale. Dos de ellos, por ejemplo, actuaron como interventores de HB en las elecciones autonómicas del pasado domingo, mientras que oro era miembro de Jarrai y KAS.

A este comando se le atribuye la colocación de artefactos explosivos en una sucursal bancaria y un bar de Portugalete en los meses de mayo y junio, que fueron reivindicados por ETA, y la colocación de un artefacto explosivo en la vía ferrea que une Galicia con Cataluña, a la altura de Castejón en agosto.

La detención de las cuatro personas se produjo tras una reunión que mantuvieron en un piso vacío propiedad de un familiar de uno de los detenidos. La Ertzaintza relizó diversos registros, donde fueron incautados cerca de 6 kilos de explosivos de biniamo y amerital y diverso material electrónico para la fabricación de artefactos explosivos.

Además, en el interior de una caja de persiana, uno de los miembros del 'comando Lanbroa' guardaba las armas que utilizaba el grupo: dos pistolas "Star" de las robadas a la Ertzaintza en la Diputación de Guipúzcoa, una pistola "Browing", otra pistola "Firebird" y un subfusil "Z", además de varias cajas de munición y cargadore.

También disponían de un escáner, listas de frecuencias policiales y de servicios de emergencia, listas de matrículas y otros detalles de posibles "objetivos" del comando, diversa documentación interna de ETA de carácter técnico (manuales de explosivos y tácticas de guerrilla urbana) y político, además de un equipo de útiles de los que emplean habitualmente los grupos para robar vehículos.

Los cuatro presuntos colaboradores de ETA permanecen en dependencias policiales donde se están practicando iversas diligencias que, según fuentes del propio cuerpo, quedarán concluidas el próximo viernes.