En esa comunicación Ballmer anunció que Microsoft se había fijado como objetivo reducir sus emisiones de CO2 por unidad de beneficio un 30% en 2012, con respecto a los niveles de 2007.

Para ello, el líder de la compañía informática pidió a los 90.000 empleados que tiene su empresa en más de 100 países que contribuyeran a la reducción del impacto de su actividad en el medioambiente, y a impulsar el desarrollo de soluciones de software e investigaciones científicas que permitan resolver algunos de los problemas más acuciantes de nuestro tiempo, como son el cambio climático y la escasez de energía.

"Lograremos ese objetivo optimizando el uso de la energía en nuestras instalaciones y operaciones, utilizando menos el transporte aéreo e incrementando la utilización de energías renovables", subrayó Ballmer.

"Para ello, mejoraremos nuestras instalaciones, haremos un mayor uso de la videoconferencia, que ya nos permitió ahorrar 90 millones de dólares en viajes durante el pasado año, y buscaremos nuevas formas de reducir el uso de recursos en nuestros centros de datos, incrementado la inversión en innovación, diseño y construcción de los mismos", añadió.