Entre los componetes del séquito del "Rey del Pop", figuran su madre, Katherine Jackson, el vicepresidente de la compañia productora del cantante, Bob Jones, dos médicos personales, un cocinero, cinco invitados personales, una secretaria, un responsable de equipaje y cinco guardaespaldas.

Jackson, que lucía una blusa de color naranja, sombrero negro y sus habituales guantes blancos, posó unos momentos para los fotógrafos antes de introducirse, junto con el resto de su equipo, en una furgoneta que le trasladó al Hotel otánico del Puerto de la Cruz, donde se hospedará durante su estancia en la isla.

Una comitiva de siete automóviles acompañó al cantante en el trayecto, en el que fueron escoltados por la Policía. Desde uno de los vehículos, el equipo de televisión que le sigue durante toda la gira rodaba todos los pormenores del recibimiento y el traslado.

Entretanto, todo está a punto para la celebración del concierto mañana por la noche. Es la única actuación de Jackson en suelo de la Comunidad Europea durantesu gira "Dangerous Tour" y los organizadores se han preocupado de convertirlo en el mayor espectáculo que haya visto el continente, para lo cual no han escatimado medios técnicos.

Sobre un escenario de 79 metros de ancho por 27,5 metros de largo que han tenido que instalar 200 operarios trabajando ininterrumpidamente durante tres días, Michael Jackson cantará acompañado por 240.000 watios de sonido y 225.000 de video, 230 kilos de fuegos artificiales, dos rayos laser de kripton y uno de argón, cuatro ámaras y dos pantallas Jumbotron de 6,5 metros de alto.

Durante todo el día de hoy y mañana permanecerán abiertos los puntos de venta al público de entradas para el concierto. Ayer se habían contabilizado 38.000 localidades vendidas, y los organizadores esperan superar la previsión de 50.000, lo cual no sería problema porque la dársena del puerto donde se celebrará puede albergar hasta 70.000 personas holgadamente.