Meyer señaló que es preciso esperar "con la máxima prudencia" el resultado de la autopsia y que, en el caso de que se confirmara la hipótesis del suicidio, eso "nunca es una noticia grata, aunque se trate de un terrorista".

Asimismo, en el caso que quedara en evidencia que no murió suicidándose, el Gobierno central y el vasco deben esclarecer que no se trata de un nuevo episodio de gurra sucia contra ETA, "para que no quepa la más mínima sombra de duda de que en democracia uno se puede tomar la justicia por su mano".

Para Meyer, la lucha antiterrorista ha de basarse en la transparencia democrática y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, para evitar caer en el "círculo violento de ETA".

En su opinión, los últimos suicidios acaecidos en el entorno de la banda terrorista se pueden atribuir a la "situación sin salida en la que se encuentran los militantes y asesinos deETA".