Según anunció en rueda de prensa el secretario de Estado de Seguridad Social, las diferencias entre los sistemas de cada uno de los países no son óbice para que todos tengan un fin común, que pasa por "proteger las necesidades y facilitar la integración social".

El método de coordinación es el instrumento que tienen los Quince para, respetando la autonomía de cada Estado en materia de pensiones, poner en común políticas y experiencias que pueda servir de ejemplo a otros países. Este sistema es el que ahora se quiere extender a los países de Latinoamérica y Caribe.

Los tres principios que deben imperar pasan por adecuar los sistemas de protección a los fines que le son propios, "pagar prestaciones y cubrir necesidades sociales", garantizar la viabilidad de los sistemas para que no sean un "lastre" para las cuentas nacionales y mantener un "constante" proceso de reforma.

En opinión de Camps, la Seguridad Social debe estar totalmente conetada con las políticas económicas y de empleo, y defendió que no hay mejor protección social que aquélla que sirve para generar puestos de trabajo.

El responsable de la Seguridad Social hizo hincapié en los cada vez "más frecuentes" movimientos migratorios entre países sudamericanos y la UE.

Sobre esta materia, apuntó que el mejor sistema para garantizar la protección de los trabajadores migrantes es la firma de convenios "bilaterales o multilaterales" entre los países que regulen la situación deestos empleados.

En estos momentos, según informó Camps, España tiene suscritos 21 convenios de Seguridad Social con otros tantos países, principalmente de Sudamérica, el Magreb, el Este de Europa y Filipinas. A esto habría que sumar los que existían con los actuales países miembros de la UE y que han sido ya sustituidos por normas comunitarias.

400.000 PENSIONES

El pasado mes de abril existían en España un total de 406.959 prestaciones en vigor al amparo de los convenios bilaterales o de la nomativa comunitaria. El importe mensual que se destinó al pago de estas pensiones se elevó a 154,67 millones de euros (25.700 millones de pesetas).

De estas pensiones, 290.000 corresponden a prestaciones de jubilación, por importe de 120,8 millones de euros, seguidas de las pensiones de viudedad, que en número de 88.133, tuvieron un coste en abril de 24,5 millones de euros.

Otras 19.091 pensiones eran de incapacidad permanente, con un coste de 4,48 millones de euros, 5.892 eran de orfandad y otras235 prestaciones en favor de familiares.

Francia es el país con mayor número de pensiones en estos momentos, 162.920, por delante de Alemania (108.892) y Suiza (48.394). El primer país no europeo es Argentina, con 11.258 pensiones en vigor.