La reunión, prevista para las diez de la mañana, aún no había comenzado tres cuartos de hora más tarde, según informaron a Servimedia fuentes parlamentarias, ya que sólo estaban presentes el presidente, tres de los miembros del PP: Gabriel Cisneros, Ignacio Gil Lázaro y Celia Villalobos, y la citada diputada de IU-ICV.

La vicepresidenta primera, la socialista Carme Chacón, se encuentra en Nueva York; el segundo, Jordi Vilajoana, de CiU, no pudo llegar a Madrid por el temporal; la secretaria primera, María Jesús Sáenz, del PP, está de viaje, y el secretario tercero, Javier Barrero, del PSOE, con gripe.

Marín encontrará, con la composición de la Mesa de hoy, un respaldo casi unánime a su decisión de rectificar el criterio emitido el pasado 8 de febrero, en el que permitía breves intervenciones en cualquiera de las lenguas cooficiales siempre que fueran traducidas de inmediato al castellano.

En un documento que presenta hoy al órgano de gobierno de la Cámara Baja, Marín lamenta los "repetidos incidentes" ocurridos en distintas sesiones plenarias en las que se ha tratado, en referencia a ERC, de "sobrepasar y forzar los criterios establecidos por la Presidencia" para acomodar las distintas sensibilidades de los grupos políticos.

Marín recuerda que "la única lengua de trabajo del Congreso de los Diputados será el castellano como lengua oficial del Estado, tal y como señala el artículo 3.1 de la Constitución", y "toda actuación e intervención que se hiciera en otra lengua conllevará la correspondiente llamada al orden, que, de no respetarse, causará la pérdida de palabra del diputado interviniente".

Esta decisión que se aplicará a "todos los actos parlamentarios, tanto en pleno como en comisión", hasta que el nuevo Reglamento, en el que trabaja ahora una ponencia parlamentaria, fije el régimen lingüístico del Congreso.