Por su parte, el propio presidente de Mercasa, Julián Arévalo, confirmó la tendencia hacia el saneamiento financiero que sigue la empresa y aseguró que es consecuencia del plan de desinversiones realizado en lo que va de año, y que ha supuesto para la firma estatal la recuperación de unos 10.000 millones de pesetas.

Según explicó Arévalo en la Cámara Baja, ese dinero procede de las ventas o permutas de participaciones en negocios con los que la razón social de Mercasa no tenía mucho qe ver, como las acciones de Elosúa que vendió al FORPPA y el Patrimonio del Estado por valor de 5.800 millones de pesetas.

El resto de las desinversiones corresponden a la salida de Mercasa del capital de proyectos como la Ciudad de la Imagen, en Madrid, Erosmer y Pamersa, entre otros.

Además, las fuentes consultadas por Servimedia aseguraron que en 1993 se mantendrá la política de venta de activos que no estén relacionados con superficies de distribución y abastecimiento alimenticio, por lo que s probable que los beneficios vuelvan a multiplicarse casi por dos, hasta alcanzar los 650 millones de pesetas.

Mercasa espera cerrar el año con unos ingresos superiores a los 1.300 millones de pesetas, de los que 537 deberá desembolsarlos en los gastos de personal, 300 en costes de explotación y 310 en las dotaciones que necesita hacer para amortizar su inmovilizado y atender las insolvencias crediticias.

Aunque el resultado de explotación ordinario de Mercasa en 1992 será deficitario en 7 milloes de pesetas, la cuenta de resultados será positivo como consecuencia de las plusvalías obtenidas en las operaciones financieras de compra-venta y permuta de activos, que ascenderán este año a 854 millones de pesetas.