Técnicos de la Consejería de Salud han observado hasta 26 irregularidades en materia de higiene en Mercamadrid, así como carencias en la limpieza de las instalaciones, donde no existe una adecuada protección contra las ratas, según publica hoy el diario "El País".

La inspección tuvo su origen en una directiva comunitaria que marca una serie de requisitos higiénicos para establecimientos del tipo de Mercamadrid, donde se preparan, tansforman, refrigeran, congelan, embalan o depositan productos pesqueros, así como en los mercados mayoristas y centros de expedición de alimentos.

Por el momento, esta norma es de cumplimiento voluntario y todavía no ha sido realizado el reglamento sobre su aplicación, prevista para 1993.

Carlos Martínez destacó que las anomalías a las que alude el informe no afectan directamente a Mercamadrid, sino a las empresas que están ubicadas en la unidad alimentaria, y que ya han sido tomadas para subsanr tales deficiencias.

El portavoz admitió la posible existencia de ratas en los terrenos utilizados por Emitra para depositar vehículos retirados de las calles, aunque negó que Mercamadrid no mostrase a los inspectores los certificados de desratización, desinfección y desinsectación, tal como indica la información.

Agregó que desde el pasado 9 de julio existen carteles en los que se prohíbe fumar, escupir, beber y comer, y en cuanto a la iluminación insuficiente de los puestos subrayó que cada maorista instala la luz que cree conveniente para sus necesidades.

PROBLEMA DE COMPETENCIAS

Por su parte, Juan Ignacio Rojas, director de Servicios de Consumo del área de Sanidad, explicó a esta agencia que los técnicos de su concejalía no han participado en la mencionada inspección, aunque sí lo hicieron los de la Consejería de Salud, hecho que, a su juicio, es de dudosa legalidad, porque podría plantear un problema de competencias entre la administración local y la autonómica.

"No se puede hablr de esas 27 deficiencias higiénicas porque se apoyan en una directiva que todavía no es de aplicación", afirmó Rojas, quien añadió que el Ayuntamiento realiza habitualmente inspecciones en Mercamadrid, conforme a unos programas, y cuando detectan anomalías sancionan a los infractores.

Marisa Castro, concejala de Izquierda Unida (IU) y responsable de la coalición en temas sanitarios, declaró que, aunque la directiva comunitaria no sea de obligado cumplimiento, el Ayuntamiento de Madrid está obligado aprestar en Mercamadrid servicios de limpieza viaria, recogida de residuos e inspecciones sanitarias.

Asimismo, insistió en la necesidad de que el equipo de gobierno municipal vuelva a poner en marcha el servicio de inspección en Mercamadrid que retiró a primeros de año, justificando entonces la medida por problemas de carácter económico.

En similares términos se pronunció María Rodríguez, presidenta de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Madrid Región (ACUREMA), quien recordó que la retirda de los 8 inspectores que funcionaban en el mercado mayorista ha provocado una serie de irregularidades, como la falta de catalogación de las frutas en función de su tamaño y la cada vez mayor presencia de alevines en los mercados de pescado.

"En este momento no existe ningún tipo de garantías para los consumidores, que compran la fruta a un precio determinado, pero no saben si las piezas son de primera, segunda o tercera, porque no están catalogadas", agregó.

Sobre las deficiencias detectadas or la inspección, Rodríguez expresó su preocupación por los riesgos que puede entrañar la posible presencia de ratas en Mercamadrid, aunque puso de relieve que las otras anomalías apreciadas en las instalaciones no afectan directamente a la propia calidad de los alimentos.