EL MERCADO LABORAL ESPAÑOL GOZA DE "BUENA SALUD", PERO TIENE RIESGOS PORQUE LOS SALARIOS CRECEN MAS QUE LA PRODUCTIVIDAD

- Según un estudio del IESE y Adecco, que analiza diversos factores del mercado de trabajo

MADRID
SERVIMEDIA

El mercado laboral español goza de buena salud, en sintonía con ls principales países de la UE, pero tiene problemas relacionados con el crecimiento de los salarios reales, que avanzan a un ritmo superior al de la productividad, generando problemas de competitividad en la economía española.

Este es el resultado de un estudio elaborado por el IESE y patrocinado por Adecco, que fue presentado hoy en Madrid por su autor, el profesor Diego Barceló, y en el que se valoran diversas variables que afectan al mercado laboral.

Entre ellas, la ocupación, que mide el nive de cumplimiento del objetivo europeo de alcanzar una tasa del 67% de la población potencialmente activa (se valora en un 45%); la adaptabilidad, en la que se valora el número de empleados temporales (a más número más valoración) y el de desempleados de larga duración (a menor tasa más puntos). Este valor puntúa un máximo del 20%.

El tercer valor es la apertura, que cuantifica la participación en el mercado laboral de dos colectivos considerados vulnerables (mujeres y jóvenes); y el cuarto mide el renimiento, considerado como la relación entre el crecimiento de los salarios reales y la productividad. Estos puntúan un 20% y un 15%, respectivamente.

Con todas estas variables, España tiene un resultado global del 75,1%, lo que se traduce como que su mercado laboral "goza de buena salud", pero tiene problemas en alguna de las variables, según explicó Diego Barceló.

PRODUCTIVIDAD Y SALARIOS

El principal problema de España radica en que la productividad está creciendo a menor ritmo que los salaris, lo que obedece a que la mayor parte del empleo creado en los últimos años se ha centrado en el sector servicios, que es "de baja cualificación".

A esto se une la regularización de empleos que antes se realizaban en la economía sumergida y que, por tanto, no formaban parte de las estadísticas. Al aflorar ese empleo, la relación de ocupados con el Producto Interior Bruto se reduce, lo que da como resultado esa caída de la productividad, que se recuperará en el momento en que se regularice totalmente sa situación.

Barceló no considera negativo un aumento de los salarios, destacando la moderación salarial existente hoy en día en España, pero abogó por fijar fórmulas que permitan un aumento superior de la productividad, con el fin de no perjudicar la competitividad de las empresas.

Frente a los problemas de rendimiento del mercado laboral, España arroja un buen resultado en adaptabilidad, debido a la alta tasa de temporalidad existente, del 31%, frente a una media europea algo superior al 12%. Aún le queda camino por recorrer a España en materia de ocupación, ya que su tasa de actividad se encuentra lejos de la fijada por la UE para 2005 como objetivo (52%, frente a 67%), y de apertura, debido a sus bajas tasas de empleo entre jóvenes y mujeres.

Entre los países que se han analizado (Francia, Alemania, Italia, Portugal, Reino Unido y España), el que presenta una mejor situación de su mercado laboral es Portugal, con una valoración del 90,2%, por delante de Alemania (81,8%), Francia (78,%), Reino Unido (75,8%), España (75,1%) e Italia (60,5%).

Según los grados de medición, por encima del 90% se considera que las cuatro dimensiones estudiadas (ocupación, adaptabilidad, apertura y rendimiento) funcionan adecuadamente; entre el 80% y el 90% se considera que no hay problemas preocupantes pero que existen dimensiones a mejorar; entre el 70% y el 80% se apunta que uno de los factores tiene problemas; entre el 60% y el 70% que la situación es regular, y por debajo del 60%, el mercado labora tiene "problemas significativos" en al menos dos dimensiones.

(SERVIMEDIA)
15 Oct 2002
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