En declaraciones aServimedia, Urra declinó entrar en los pormenores del caso, argumentando que está en manos de la Fiscalía de Menores de Valencia, aunque insistió en que es muy difícil que unos niños cometan esos hechos de forma reiterada, si no existen otros problemas detrás.

Añadió que las investigaciones en este caso no van a ser sencillas porque detrás de grupos que hacen juegos eróticos y abusos sexuales hay que delimitar muy bien las responsabilidades de cada uno. Sin profundizar, dijo, "parece que todos tienen as misma responsabilidad pero, a veces, te encuentras con que alguno de los menores es el que las propicia y los demás se ven arrastrados".

El Defensor del Menor subrayó que muchas veces lo que se oculta en este tipo de abusos es un factor de agresividad, y no la búsqueda del placer puramente sexual.

ESTRUCTURAR LA SEXUALIDAD

A su juicio, en los casos de menores que cometen abusos sexuales las circunstancias y las patologías son muy distintas a las que confluyen en un adulto que comete violacioes y que tiene una patología plenamente definida. El caso de los menores que cometen estos abusos es más complejo porque se está estructurando la sexualidad, apostilló Urra.

El Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid hizo un llamamiento a las familias para que eduquen a los niños en la sexualidad, pero entendiendo que "la sexualidad es un componente de un ser humano, donde impera no el instito animal sino el respeto al otro, a la pareja".

Alertó también sobre la necesidad de concienciar a lo menores y a los jóvenes de que la sexualidad va unida a la intimidad. "Hay muchas cosas que no se pueden hacer en grupo y las relaciones sexuales son algo personal, nunca de grupo, porque los grupos en eso son muy peligrosos", concluyó.