El menor, de nombre Iraultza (Revolución, en vasco), acudió acompañado por su madre y su abogada, Ainhoa Bagliatto. Esta relató a los medios de comunicación que el joven negó en su declaración que en el momento de ser detenido "se encontrara en posesión" de una botella y también que participara en los disturbios.

El menor aseguró ante el fiscal que dos ertzainas de paisano "se abalanzaron sobre él" y le "tiraron al sueo", tras lo cual le introdujeron "a rastras" en la furgoneta. Bagliatto aseguró que el menor fue "golpeado en la cabeza" y que tiene magulladuras y un brazo roto, por lo que ha presentado denuncia contra la Ertzaintza en un juzgado de Eibar.

En los próximos días el joven comparecerá ante el Juzgado de Menores. Según el fiscal de Menores, Iñigo Gorostiza, dada "la poca gravedad de los hechos" y no sabiendo todavía qué es lo que se le imputa hasta que se concluyan las diligencias, las posibilidades son res: archivo del expediente, una conformidad entre el menor y la acusación o la imputación que le formule el ministerio fiscal que daría lugar a la adopción de una medida o la continuación del expediente con una audiencia ante el juez.

Por último, Gorostiza aseguró que el ministerio fiscal está valorando el tratamiento de las informaciones periodísticas que han relevado la identidad y la imagen del menor, atendiendo a la Ley de Protección Jurídica del Menor que le ampara su derecho al honor, a la intiidad y a la propia imagen.