Tras reunirse en la sede del sindicato con representantes de este colectivo, reunido en torno a la Unión de Militares Temporales (UM), Méndez prometió hacer "gestiones" ante el Ministerio de Defensa y los grupos parlamentarios para llegar a una solución.

Concretamente, el secretario de UGT pidió una "ampliación del plazo de permanencia" de estos militares en el Ejército y acometer en ese tiempo la solución final, bien garantizándoles la permanencia definitiva en las Fuerzas Armadas o bien facilitándoles un "verdadero reciclaje" que garantice su reincorporación al mercado laboral, para lo que sería necesario un periodo de formación"no menor a dos años".

Aunque a final de año son casi 700 los militares que tendrán que dejar el Ejército (por haber cumplido 12 años de servicio o 35 de edad los soldados y 38 los oficiales), Méndez alertó de que esta situación afectará también a cerca de 2.000 militares durante 2004.

El líder sindical denunció que el problema de los militares temporales es un "ejemplo o símbolo de la precariedad grave de los trabajadores en nuestro país, que ha contaminado también a las Fuerzas Armadas".

Mndez denunció que la salida de estos militares del Ejército es "injusta" y "absurda". "Injusta porque han sufrido una modificación del marco jurídico y legal con el que ingresaron" en las Fuerzas Armadas, lo que produce "indefensión" al haberse aplicado una ley con "retroactividad", dijo, refiriéndose a que los límites temporales antes citados se introdujeron por ley en 1999, cuando ellos ya estaban en el Ejército.

"Y absurda", prosiguió, porque el Ministerio de Defensa gasta su dinero "en campañas cotosas que no tienen efecto y, paralelamente, echan a militares cualificados y ya formados".

Tanto el secretario general de UGT como el portavoz de la UMT, Miguel Angel Franco, que ofrecieron una rueda de prensa conjunta, coincidieron en la necesidad de seguir luchando por estas reivindicaciones, sin desalentarse por el hecho de que sólo quede una semana para que sean echados de las Fuerzas Armadas. "Esta reunión no es un punto final, sino un punto y seguido", sentenció Méndez.