Méndez, que participó en Sevilla en una aamblea de delegados de su sindicato, cree que UGT y CCOO han mantenido una posición de "muchísima responsabilidad" en el proceso.

"En ningún caso se ha pretendido amargar la vida a nadie o amargar ninguna boda", dijo, "pero simultáneamente no podíamos hacer dejación de nuestro compromiso con los trabajadores de hostelería".

El máximo responsable de la UGT denunció el intento de la patronal de aplicar el contenido de la reforma del mercado laboral en la negociación de los convenios colectivos y cosideró un fracaso el llamamiento de los agentes sociales a la clase política para reducir el clima de crispación.

Respecto a la crisis abierta en su sindicato a un mes del próximo congreso extraordinario, Cándido Méndez señaló que la UGT está a la espera de la resolución de su conflicto interno para poder trabajar en lo que realmente le es propio, "la defensa de los intereses de los trabajadores".