En declaraciones a Servimedia, Benet afirmó que el problema de la inmigración en Melilla no está sólo en los 400 'ilegales' que esperan una solución a su situación, sino en la explotación infantil que sufren los niños que proceden de Marruecos.

El problema de la inmigración en Melilla "no slamente es un tema de los centroafricanos, sino que es un problema de marginación", afirmó Benet, en referencia a la mendicidad de los niños marroquíes en las calles de la ciudad.

Benet explicó que el ayuntamiento melillense y el Ministerio de Interior deberán estudiar caso por caso la situación de los inmigrantes ilegales para que sean trasladados en algunos casos a la península y en otros devueltos a su país.

Afirmó que la afluencia de centroafricanos en Melilla responde al flujo migratorio de iudadanos de los países centroafricanos hacia Europa en busca de trabajo y que constituye un problema de Estado.