La obra, que fue presentada hoy por el presidente del IEE, Arturo Gil; el director general del instituto, Juan Iranzo, y el propio autor, concluye que es muy difícil marcarse objetivos de productividad porque su cumplimiento depende de cada sector y del modelo económico del país, sea intensivo en uso de tecnología o de mano de obra, por ejemplo.

Según señaló Gil en las conclusiones, "es muy difícil hablar de mejorar o empeorar la productividad" y Becker habla de "problemas de medición de la productividad" por "las distorsiones que a corto plazo puede ocasionar la coyuntura del ciclo económico y del mercado laboral".

Uno de los principales factores determinantes de la productividad de una economía, "si no el más importante, es la competencia", según el libro, ya que los sectores más expuestos a la competencia exterior es donde los incrementos de productividad son más intensos.

"En este campo, la Unión Europea no sólo se encuentra a gran distancia de los Estados Unidos, sino que apenas se está consiguiendo reducir la distancia existente", señala Becker.