Este numeroso grupo está confinado en el hospital de la Cruz Roja melillense, a la espera de conocer las deliberaciones de la Comisión nterministerial sobre Asilo y Refugio, que tenía prevista una reunión para el día de hoy, según la Delegación del Gobierno en Melilla.

Los solicitantes de asilo o refugio cruzaron la frontera hispano-marroquí junto a los setenta y dos individuos que ayer fueron conducidos por la Guardia Civil y la Policía Nacional desde los puestos fronterizos hasta la Península Ibérica, para ser distribuidos en los centros de acogida de Málaga, Valencia y Moratalaz (Madrid), como paso previo a su expulsión.

Segú fuentes oficiosas, los inmigrantes que ahora esperan ser repatriados también pretendieron solicitar de las autoridades españolas la concesión del estatuto de refugiado.

En un primer momento, el Gobierno Civil de Málaga había anunciado que los inmigrantes no pernoctarían en la capital de la Costa del Sol, si bien cincuenta y dos de los setenta y dos deportados pasaron la noche en un centro de detención de extranjeros.

Dieciocho de ellos emprendieron viaje esta mañana hacia un centro de similares aracterísticas existente en Moratalaz (Madrid), mientras que los treinta y cuatro restantes llegarán a última hora de la tarde al lugar de confinamiento. Una veintena de inmigrantes fueron conducidos directamente del trasbordador de la compañía Transmediterránea hasta Valencia.

Según el Gobierno Civil de Málaga, la actitud de las autoridades españolas respecto a los inmigrantes ha sido una labor humanitaria, puesto que este contingente humano no se encontraba en territorio nacional.

Un portavoz d la Cruz Roja de Melilla ha manifestado que la mayoría de los inmigrantes proceden de países como Liberia, Zaire, Ghana, Camerún, Somalia, Sudán, Togo, Guinea Ecuatorial, Sudáfrica, Mali, Etiopía y Burkina Faso, entre otros, en los que la situación política, económica y social es bien difícil.

Sin embargo, los súbditos de Liberia, Somalia y Etiopía son los que tienen mayores posibilidades de recibir el estatuto de refugiado político, como consecuencia de haber denunciado ser perseguidos por la justici de sus países de origen por razones políticas, religiosas y tribales.

NUEVA AVALANCHA

El antiguo hospital de la Cruz Roja en Melilla, que se encuentra en estado semirruinoso alberga a más de un centenar de personas, que esperan la resolución de su situación. El presidente del organismo benéfico en la plaza española, Manuel Olmedo, ha solicitado colaboración de las instituciones para poder atender a los inmigrantes.

"Cada día que pasa la situación está peor" manifestó Olmedo haciendo una clara eferencia a la falta de medios de la Cruz Roja para poder dar cobijo y alimentos a los subsaharianos, al tiempo que ha advertido del peligro de hundimiento de los techos del hospital.

Por su parte, los servicios de información de la Delegación del Gobierno en Melilla han detectado la presencia de más de un millar de inmigrantes africanos en la ciudad marroquí de Nador.