Según informó hoy el Ministerio, las organizaciones encargadas de la distribución lo harán a lo largo de este año a través de una red de 7.300 entidades benéficas distribuidas por toda España.

Los alimentos, pertenecientes a las primeras marcas comerciales, están valorados en casi 62 millones de euros y serán adquiridos en el mercado en el marco de un procedimiento de licitación abierta que se encuentra en curso. Los fondos proceden de la cantidad asignada a España por la Comisión Europea en el marco del Programa de Distribución de Alimentos a las personas más necesitadas.

Se trata de productos básicos como pastas alimenticias, harinas, cereales para el desayuno, galletas, arroz blanco, papillas de cereales para alimentación infantil, leche de continuación, leche UHT, postres lácteos, queso y azúcar.

Este programa, integrado en la Política Agrícola Común, nació a finales de los años 80 para intercambiar los productos agrarios almacenados en los organismos de intervención europeos por productos alimenticios de primera necesidad preparados para su consumo directo.