Además, el estudio constata que las políticas de los diferentes gobiernos, también los europeos, están muy lejos de contar siempre con la defensa de la naturaleza. Es más, sobre todo los países del viejo continente pueden llegar a considerar importante la lucha contra la contaminación, pero no si tienen que aportar diner de su bolsillo.

A la pregunta "¿El gobierno debería luchar contra la contaminación pero sin que ello le cueste nada a Ud.?", todos, excepto los escandinavos y los europeos del Este, se mostraron de acuerdo.

En concreto, los que mayormente se adhirieron a esa proposición fueron los italianos, los españoles y los franceses, seguidos de los belgas. Sin embargo, los escandinavos, los holandeses y los de la Europa del Este declararon mayoritariamente que estaban dispuestos a pagar por proteger el medo ambiente.