Entre los mecanismos que se pueden poner en marcha para avanzar en una correcta gestión de los residuos el departamento que dirige Cristina Narbona señala la combinación de instrumentos tributarios y de mercado.

Esto supondría la necesidad de implantar diversos instrumentos económicos que ayuden a una correcta internalización de los costes de gestión que fuera capaz de incluir los impactos ecológicos que se producen como consecuencia de la generación y gestión de los residuos.

En esta tarea de avanzar hacia una gestión responsable de los residuos también se apuesta por la aplicación de instrumentos fiscales que, en todo caso, y según precisa el ministerio, deberían comprender criterios de armonización en todo el estado, universalidad, repercusión al generador del residuo y fomento de la prevención y reutilización.

En el panorama europeo existen distintos ejemplos como el sistema de derechos de vertedero que opera en el Reino Unido, el impuesto a los envases por peso o volumen en Dinarmarca o el cobro de bolsas de plástico en los comercios que se establece en Irlanda.

Bajo el lema de que "el mejor residuo es el que no existe", Medio Ambiente subraya que la prevención en la generación de residuos debe constituir una "prioridad absoluta" tanto cuantitativamente -generar menor cantidad- como cualitativamente -generar residuos menos tóxicos o más reciclables-.