Según informó este viernes la Organización Médica Colegial, desde que dio comienzo el conflicto en Gaza, la Organización Mundial de la Salud (OMS) registró más de 250 ataques a objetivos sanitarios, lo que provocó la inadmisible muerte de cerca de un centenar de profesionales sanitarios y puso en riesgo la vida de numerosos pacientes.

Además, la mitad de los hospitales y dos tercios de los centros de salud tuvieron que cerrar y solo nueve de los 22 centros de salud de la Unrwa siguen operativos en el sur.

Desde la iniciativa Health Care In Danger, a la que se suma la Fcomci, se recordó que “es en las hostilidades cuando más se necesitan los servicios de asistencia de salud, pero ése es también su momento de mayor vulnerabilidad a los ataques. Esta violencia altera el funcionamiento del sistema de salud cuando las personas más lo necesitan”.

Desde Fcomci se reiteró que “los hospitales y personal médico están específicamente protegidos por la ley humanitaria internacional, por lo que no pueden ser objetivos de ataques militares, y operaciones en ellos o sus alrededores deben tener especial cuidado en proteger a pacientes, sanitarios y otros civiles”.