Según dijo, esta medida se ha tomado sin medir sus consecuencias y sin consultar previamente a los expertos ni a las administraciones públicas, sobre si la exclusió de una serie de medicamentos puede perjudicar la protección de la salud de los ciudadanos.

Almunia defendió el 'medicamentazo' decidido por el Gobierno socialista por trarse una "política farmacéutica racional" y no de "una chapuza tras chapuza" con la que el Gobierno quiere cubrir su "incompetencia y su incapacidad de financiar el Sistema Nacional de Salud".

Según el líder socialista, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, "ya no aguanta más y le ha exigido a Aznar 51.000 millones de pestas para financiar la sanidad catalana, y aún no sabemos si el señor Pujol tiene razón cuando dice que ha pactado el 'medicamentazo' aunque no le gusta".

A su juicio, existe ente el Gobierno y sus socios "un acuerdo sobre la necesidad de financiar la Sanidad, pero no hay acuerdo sobre quien da la cara para explicar a los ciudadanos los aspectos impopulares de la financiación".