Para Sánchez-Bayle, el cambio de actitud del ministro de Sanidad, José Manuel Romay Becaría, significa un retroceso importante que se ha producido gracias a las movilizaciones ciudadanas.

La actitud del Ejecutivo desde el momento en que planteó esta lista, en opinión del presidente de FADSP, "ha sido una gran metedura de pata por el ministro de Saidad y el Gobierno, cerrando filas ante algo con un rechazo social generalizado".

Tras señalar que cualquier modificación en la prestaciones farmacéuticas necesita un consenso generalizado, Sánchez-Bayle subrayó que el Gobierno ha "menospreciado" a las personas que se han opuesto a su planteamiento".

En su opinión, el uso racional del medicamento no se puede fundamentar en una lista negativa, sino que tiene que hacerse un "enfoque global".

"Incluso los socios del Gobierno (CiU)", aclaró, "ha señalado que cualquier medida que se tome va a ser un fracaso total a medio plazo y que no va a mejorar la prestción farmacéutica ni va a disminuir el gasto público".

La FADSP considera que el sistema nacional de salud debe cubrir todos aquellos medicamentos con utilidad terapéutica y procurar que los fármacos se dispensen al menor precio posible.

Para lograrlo, según Sánchez-Bayle, hay que fomentar el uso de genéricos, financiar sólo los medicamentos que son más baratos con los mismos principio activos, cortar los gastos de "marketing" de los laboratorios farmacéuticos e incentivar la buena prescripción por parte de los profesionales.