Capilla, que calificó la medida de recorte, apostó por medidas estructurales que se encaminen a reducir el consumo de medicamentos, que es uno de los más altos de los países de nuestro entorno.

"Se trata de ipulsar una política de uso racional del medicamento, medidas que hemos propuesto en numerosas ocasiones los farmacéuticos. Para ello, no sería necesario elaborar listas negativas o positivas como se hace en otros estados europeos", comentó.

A su juici, la Administración debería potenciar la Atención Primaria "para que el médico pueda realizar un diagnóstico más preciso", actuar sobre la publicidad de los medicamentos o realizar una política de educación sanitaria.