Durante su comparecencia en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara regional, Elena Vázquez cifró en 70.000 los inmigrantes legales existentes en la región, de los que 60.000 tienen permiso de trabajo y 10.000 viven en Madrid con una prórroga de estanciapor motivos de estudios.

También existen en el ámbito de la CAM unas 20.000 personas que disponen de estatuto de asilado, según Elena Vázquez, y unos 50.000 inmigrantes ilegales.

Del total de los inmigrantes que residen en la región madrileña, el 80 por ciento llegó a la CAM después de 1985, y sólo un reducido número, cubanos y guineanos principalmente, entró durante los años 70. Los marroquíes están instalados en la Comunidad desde hace 15 ó 20 años.

Según la consejera, son cuatro los enclaes que utilizan los extranjeros que viven en nuestra región, entre los que destacan aquellos que habitan en la parte más antigua del centro de la ciudad, grupo en el que también se incluyen los africanos que pernoctan en plaza de España y Tirso de Molina.

Otro grupo importante está compuesto por los que habitan en la periferia urbana, en las barriadas de Peña Grande, Peña Chica, Batán, Aluche y en las localidades de Móstoles, Fuenlabrada y Boadilla del Monte.

Elena Vázquez se refirió también al clectivo formado por aquellos que viven "internos" en barrios residenciales y los que viven fuera de la metrópolis, además de un pequeño grupo de personas que pasa la noche en bosques de la región.

Los inmigrantes utilizan como vivienda fundamentalmente las pensiones, las chabolas y los descampados al aire libre.

SITUACION JURIDICA DIVERSA

En opinión de Elena Vázquez, la situación jurídica de los inmigrantes es muy diversa, siendo los portugueses y los ecuatoguineanos los que más facilmente consguen documentación.

Por sexos, entre marroquíes y latinoamericanos predominan los varones, y las mujeres son mayoría en la comunidad filipina y centroafricana.

En su intervención parlamentaria, la consejera destacó que la edad media de los inmigrantes está situada de los 20 y los 40 años, aunque entre la población marroquí existe un núcleo importante, con edades que oscilan entre los 40 y los 50 años.

Este hecho refleja, según Elena Vázquez, que los inmigrantes que viven en la CAM están en ead plenamente activa, por lo que ofrecerles un puesto de trabajo es fundamental para conseguir su integración.

Asimismo, destacó que el 60 por ciento vive fuera de su entorno familiar, y que el 40 por ciento de ellos tienen hijos.