Los beneficiarios son mayoritariamente pensionistas, pero también partiipan jóvenes o familias monoparentales que no disponen de vehículo propio o prefieren no utilizarlo. En 1996 fueron un millar los usuarios del programa y este año se han inscrito unas 1.500 personas, señalaron a Servimedia fuentes de la Dirección General de Acción Cívica.

La Generalitat pretende con esta actuación reforzar el arraigo de los adultos en el país, así como ofrecer a los usuarios parte de la historia monumental de Cataluña, su paisaje, historia y tradiciones, así como oportunidades de interelación personal entre personas del mismo barrio o pueblo.

Los ciudadanos pueden elegir entre cuatro rutas: la del Vino, el Agua, la Sal y el Aceite. Cada una de ellas se realiza a lo largo de un año y consta de tres excursiones, una charla sobre tradiciones y una fiesta de clausura.

La Ruta del Vino se compone de visitas al Alto Penedés, Priorato y Alto Empurdán; la Ruta del Agua, a Anoia, Caldes de Montbui y Osona; la Ruta de la Sal, a Cardona, El Pallarés y Montsià, y la Ruta del Aceite, a LaGarriga, El Vendrell y Urgel.