Mayor Oreja hizo estas declaraciones en el turno de réplica de su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso, después de haber sido criticado por los partidos nacionalistas por no diferenciar cuando actúa como ministro del Ejecutivo y cuando como miembro del PP del País Vasco.

Reiteró que los ejes de su departamento en la próxima legislatura se centrarán en la "exigencia, firmeza y la movilización social", así como en la "laridad en la exigencia de un cambio de rumbo político en el País Vasco".

Ante las críticas del PNV, EA, IU y PSOE por la descoordinación policial con la Ertzaintza, Mayor Oreja señaló que "jamás, ni una sola vez, he criticado a la Ertzaintza o al consejero vasco de Interior, y en alguna ocasión al PNV, sus dirigentes o al 'lehendakari'".

CRITICAS A ATUTXA

Tal declaración provocó que el diputado peneuvista, José Juan González de Txábarri, le recordara que, cuando ETA mató al dirigente popular Gegorio Ordóñezm criticó al consejero vasco y que cuando atentaron contra José María Aznar, lo hizo contra el entonces ministerio del Interior socialista.

González de Txábarri calificó de "cruel, injusto e hiriente" las palabras del ministro porque pretenden "tirar dardos sin mesura" contra su partido.

Tras calificar de "perversos" los principios del Pacto de Estella, el titular de Interior pidió al PSOE que no tenga "complejo de seguidismo" en relación al PP.

El portavoz socialista, Ramón Járegui, pidió al ministro que "cese la escalada" entre el Gobierno y el PNV y le solicitó que desde el Ejecutivo se "estimulen" los cambios que se pueden estar produciendo en el partido nacionalista.

El PSOE exigió el fin de los discursos "norias, separatistas, frentistas, que se consolidan en las trincheras".

VILLAR

Respecto a las polémicas declaraciones del delegado del Gobierno, Enrique Villar, sobre la colaboración policial, Mayor Oreja no hizo ninguna alusión en su réplica a la solicitud dedimisión planteada por el PNV.

A su salida de la Comisión, el ministro del Interior dijo que no había contestado al PNV" para "no entrar al trapo", ya que, en su opinión, se trata de una nueva estrategia del PNV para "desviar la atención" del problema de fondo, que es su ruptura con el mundo de ETA.