Mayor Oreja defiende, no obstante, que ay que encontrar un punto de eqilibrio en esas relaciones PP-nacionalistas, en el que predominen más "las fórmulas de colaboración que la confrontación democrática".

En una conferencia en el Club Siglo XXI de Madrid, bajo el título "Balance, Nacionalismo y cambio", Mayor Oreja afirmó que "no hay riesgo ninguno de confrontación civil en la sociedad vasca, que no hay dos comunidades ni es una sociedad presidida por el deseo de odio y de venganza".

"El único riesgo", añadió, "sigue siendo el que un ector minoritario de los vascos, desde la chulería y la coacción quiere, puede y sigue amedrentando a una mayoría por falta de una reacción adecuada y proporcionada".

Señaló que son los demócratas los que no debe precipitarse en movimientos bruscos "que siempre son interpretados en clave de debilidad", porque sólo de esa forma "estaremos preparados para movernos de nuestras posiciones tradicionales cuando ETA deje de matar".

A su juicio, el nacionalismo se ha impuesto en el País Vasco como una moa política, pero más que sacar al país de la crisis, más bien se ha convertido en un mero "administrador del empobrecimiento".

"El nacionalismo vasco", afirmó el presidente del PP vasco, "no puede ni podrá en solitario recuperar económica e industrialmente el País Vasco. Lo que sucede es que tampoco se podrá recuperar sin ellos. Y es que el empobrecimiento y el declive industrial constituyen el auténtico problema vasco. Y el nacionalismo vasco, con su permanente creación de incertidumbres, poco ayuda ara que esta situación se supere".

Para Jaime Mayor Oreja, cada espacio político vasco tiene "un titular y un suplente; una luz y una sombra". "En el espacio político tradicional del socialismo, el PSOE tiene un suplente ya consolidado: IU. En el espcio político tradicional del nacionalismo, el PNV tiene una sombra consolidada, Eusko Alkartasuna; en el del centro derecha, a pesar del crecimiento espectacular del PP, aparece Unidad Alavesa como respuesta defensiva al nacionalismo. Y, por último, en la zquierda `abertzale', Herri batasuna tiene su particular y sieniestra sombra: KAS y ETA".

En su opinión, esta diversidad se hace extensiva también a la peculiaridad de cada territorio histórico, por eso, advirtió, las urnas desmienten que la autodeterminación, "como manifestación más expresiva de esa supuesta conciencia nacional", sirva para cohesionar Euskadi.