Esta medida ha sido adoptada después de unas pruebas realizadas el pasado mes de junio por la organización ecologista Greenpeace, que demostraron que el cereal Gerber para bebés contenía productos transformados genéticamente.

"Es toda una victoria. Incluso lascompañías biotecnologías han perdido la fe en sus productos", dijo Ricardo Aguilar, director de campañas de Greenpeace España, en alusión a que Gerber es una filial de Novartis, una de las firmas más importantes de la industria biotecnológica y la que ha puesto en comercialización el maíz transgénico que se cultiva en España.

Aguilar señaló en un comunicado que en numerosas encuestas, tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos, los consumidores han dejado claro que prefieren evitar los alimentosmodificados genéticamente.

"Es el principio del fin de tratar de forzar a los consumidores a aceptar los alimentos que ni son necesarios ni queridos por la población", declaró.