Diez operarios de la empresa Aseo Urbano, adjudicataria del servicio de recogida domiciliaria de basuras y limpieza de la capital almeriense, acudieron a un piso de la Avenida de la Estación habitado por un matrimonio de ancianos.

Los empleados, que fueron acompañados por miembros de la Policía Local, cmplían una orden judicial ante la denuncia efectuada por los vecinos del inmueble, que soportaban desde hace tiempo un fuerte hedor.

Según el testimonio presentado por éstos, el matrimonio urgaba en los contenedores de basura instalados ante el portal del edificio, donde recogían los desechos de un supermercado situado en los bajos y cerrado hace meses, así como residuos procedentes de un bar cercano.

Entre la basura retirada había gran cantidad de pan duro, huesos y recortes de jamón, carnes, pecados y verduras en descomposición que almacenaban en los lugares más dispares de la casa como los huesos de jamón, que se encontraban en la bañera.

Según la empresa de limpieza, los ancianos guardaban además cerca de 7.000 kilos de ropa, la mayoría también recogida de la calle.