La placa lleva el lema "Elige la vida" y una foto de un pelícano, el pájaro mascota del Estado de Lousiana, que porta un bebe acunado en una manta que cuelga de su pico, según informa la revista "The Economist".

La idea era que esta matrícula especial costara 28,5 dólares más que las normales y que la mayor parte de esos ingresos fuesen a parar organizaciones anti-abortistas y a grupos que ayudan a las mujeres pobres a cubrir los gastos derivados de su matenidad.

En el momento en que se aprobó esa ley, los grupos defensores del derecho al aborto le prestaron poca atención, pero ahora están intentado paralizarla, y para ello han llevado el caso a los tribunales.

Argumentan que la placa es un agravio al derecho de expresión de los partidarios de la libre elección de la madre, que no tienen una matrícula especial, y que, puesto que entre quienes deciden la asignación del dinero recaudado hay representantes de la comunidad cristiana evangélica, eso dalos grupos religiosos un poder indebido sobre el dinero de los contribuyentes.

En realidad, la idea de usar las matrículas para recaudar dinero en favor de la causa anti-abortista surgió primero en el Estado de Florida, cuyo gobernador es un firme partidario de los autodenominados grupos pro-vida, pero la ley que aprobó con ese fin también está bloqueada por litigios legales.

Lousiana ha podido ir más lejos porque en ese Estado es ya un uso establecido la posibilidad de conseguir matrículas espeiales para defender casi cualquier causa, desde la seguridad de la infancia a la conservación de los osos negros.