El proyecto ha consistido en la construcción de un paseo peatonal a lo largo de 215 metros, desarrollado en toda su longitud mediante rampas suaves hasta su unión con el paseo de la zona de Coves Blanques. Además, se han realizado varios accesos a la playa, alguno de ello adaptados para minusválidos.

El nuevo paseo marítimo está dotado de mobliario urbano (bancos, papeleras, fuentes de agua, etc), alumbrado público y jardinería con diversos tipos de plantas.

Con la construcción de esta obra se ha conseguido aumentar la zona de playa y acondicionar estéticamente este lugar, que se encontraba degradado y peligroso para los peatones.