"Si yo hablara de rumores, de porcentajes y cosas no ajustadas a la ley que me llegan, me pasaría el día en la plaza pública con un altavoz", resalta Mas en una entrevista publicada por "La Vanguardia".

Aseguró que "CiU no se ha financiado de forma irregular. Tenemos la confianza depositada en personas que seguro que cumplen ese mandato. Ahora bien, no puedo afirmar al cien por cien que en algún caso concreto no haya habido alguien, del todo incontrolado, que haya podido cometer alguna irregularidad. Pero de ahí a una acusación de corrupción generalizada, hay un abismo".

"Si se trata de juzgar irregularidades en urbanismo, juzguémoslas todas. Ahora bien, si se trata de magnificar un hecho para justificar una acusación sin base ni pruebas como la que formuló el presidente Maragall, entonces estamos ante una 'vendetta' contra CiU", insistió.

Mas recalcó que Maragall "tiene en su mano resolver la crisis. Sólo tiene que hacer la rectificación en toda regla que venimos reclamando día tras día. Basta que diga: 'me equivoqué y pido disculpas'. Ya está, aunque nada será como antes".

"El presidente de la Generalitat no sólo ha conseguido atacar y acusar gravemente a CiU, sino herir la credibilidad de las instituciones catalanas, fracturar la convivencia política y proyectar una imagen de Cataluña como si fuera un nido de corrupción", insiste.

En estas circunstancias, subraya que CiU hubiera querido "ahorrarse" la querella, pero "no podíamos. Estamos actuando en legítima defensa", porque no se puede dejar pasar la "calumnia" como si fuera "una 'maragallada' más". "Lamentándolo mucho, y sin desearlo, Maragall, con su obstinación, no nos ha dejado otro camino que recurrir a la justicia". ELECCIONES ANTICIPADAS

Respecto a la moción de censura presentada por el PP, avisó de que "corre el riesgo de hacer el ridículo", porque esta iniciativa parlamentaria se toma "para cambiar al presidente y al Gobierno", por lo que la atribuyó al "afán de protagonismo" de su líder, Josep Piqué, "unido a la voluntad del PP de cargar contra el PSOE a escala española utilizando, una vez más, Cataluña como moneda de cambio". En cuanto al papel de CiU, aseguró que "lideraré un cambio de panorama político en Cataluña", y para ello "nos reservamos todos los mecanismos políticos a nuestro alcance", incluida la moción de censura y la petición de elecciones anticipadas, que "tendrían sentido en la medida en que servirían para reformular el mapa político catalán como consecuencia de una grave crisis".

"En el fondo, es el escaparate de las contradicciones, la ineficacia y la falta de liderazgo del actual Gobierno, un mal gobierno", agregó, para reprochar a ERC que haga estos días "como si todo lo que ocurre no les incumbiera", cuando debería "pedir una rectificación en toda regla al presidente", o de lo contrario demostraría "que está actuando al servicio de los intereses del partido, y no del país".

Por último se pronunció sobre la reforma del Estatuto y las perspectivas de futuro para Cataluña, en virtud de las cuales "la relación CiU-PSC no se puede romper, y quienes la pongan en riesgo de ruptura, son unos irresponsables". Concluyó que su formación seguirá trabajando en la Ponencia para esta reforma, "que nadie se haga la ilusión de que esta crisis política va a enterrar el Estatut".