Así lo refleja el ‘Perfil de las adicciones en 2023. La atención a las personas usuarias de la red UNAD’, presentado este jueves en rueda de prensa en el Círculo de Bellas Artes de Madrid por la Red de Atención a las Adicciones y que se ha elaborado con la colaboración de la consultoría Iniciativas CSE y gracias a la financiación de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

La muestra, de 38.262 personas, de las cuales tan solo el 21% son mujeres, ha sido aportada por 119 entidades que pertenecen a la red y que atienden a 39.451 personas con adicciones con y sin sustancia y la secretaria de la entidad, Encarnación Pámpanas, fue la encargada de explicar los principales resultados de la investigación.

Según precisó, el perfil de las mujeres atendidas en la red a una adicción con sustancia tiene una edad entre 34 y 41 años, cuenta con estudios primarios y está en situación de desempleo. Lo “más habitual” es que tenga hijos, presente algún problema de salud mental y resida en una vivienda propiedad suya o del familiar con quien convive.

Las drogas principales que la llevan a solicitar tratamiento son, en primer lugar, el alcohol, seguida de la cocaína y el cannabis.

En cuanto a los hombres con adicciones con sustancia, el perfil coincide con el de las mujeres, salvo que, además de problemas de salud mental, también presentan problemas de salud físicos y no tienen hijos y las drogas que más consumen son la cocaína, la heroína y el alcohol

Por su parte, los ansiolíticos y somníferos, con o sin prescripción, ocupan en el caso de las mujeres el 7% de los consumos, mientras que en los hombres representan solo el 3%.

ADICCIONES SIN SUSTANCIA

Además de las atenciones motivadas por las drogas, el estudio también recoge los casos de personas que piden ayuda por adicciones sin sustancia, para lo cual se ha tenido en cuenta una muestra de 1.189 personas atendidas por 40 entidades de la red UNAD, de las que el 30% son mujeres.

El perfil de ellas está marcado “en su mayoría” por una edad que va desde los 26 a los 33 años, aunque el porcentaje de menores de edad atendidas en estos casos es de un 20%, por ello lo “más habitual” es que aún estén estudiando.

El bingo es su principal adicción presencial, seguida de las tragaperras, mientras que en el ámbito online son los videojuegos los que motivan su atención.

En cuanto a los hombres, la edad se mantiene en la franja de entre 26 y 33 años, aunque en un 18% de los casos son menores de edad. A diferencia de las mujeres, la mayoría trabajan y, en su caso, son las máquinas tragaperras la principal adicción presencial, seguidas de las apuestas deportivas y en el ámbito online son también las apuestas deportivas la principal práctica adictiva.

PREVENCIÓN

Pámpanas advirtió de que “está en nuestra mano romper con la normalización de que una persona de corta edad pueda consumir alcohol, fumar cannabis o probar otras sustancias más potentes y dañinas para su organismo, así como habituarse a prácticas de juego”, razón por la cual incidió en la “importancia” de la prevención y la sensibilización para generar “conciencia social”.

En este sentido, el estudio recoge información de 67 entidades que trabajaron la prevención durante 2023, cuyas acciones alcanzaron a más de 350.000 personas con una media de edad de 17 años.

Por su parte, la vicepresidenta de la organización, Elisabeth Ortega, subrayó que las mujeres se encuentran en una situación de “doble vulnerabilidad” por el mero hecho de ser mujeres y consumir y alertó de que “los estigmas sociales dificultan su acceso a tratamientos adecuados”.

A su vez, indicó que, si se tiene en cuenta la variable de edad, comparando hombres y mujeres, las más jóvenes acceden “en mayor medida” a tratamientos con y sin sustancia que las mujeres adultas.

Esto se explica, a su juicio, porque las mujeres con adicciones en edades adultas ya “sufren los juicios sociales” relacionados con los “mandatos de género” y que tienen que ver, por ejemplo, con la maternidad o la sexualidad, entre otros aspectos.

Además, la vulnerabilidad de las mujeres con adicciones también se manifiesta en el ámbito laboral, ya que solo una de cada cuatro mujeres atendidas por adicciones con sustancia tiene empleo, en comparación con uno de cada tres hombres, algo que, según UNAD, “resalta cómo las mujeres enfrentan obstáculos adicionales en su proceso de recuperación y reinserción laboral”, a lo que se suman situaciones de violencia de género y traumas que dificultan aún más el acceso a tratamientos.

DEMANDAS

En este contexto, el presidente de la organización, Luciano Poyato, reivindicó la necesidad de “blindar” los derechos de las personas con adicciones, “reforzar” la atención y aumentar los recursos “específicos” para que “ninguna quede excluida, independientemente de su edad, género, identidad, nacionalidad, raza, origen o clase social”.

Asimismo, reclamó la aprobación de los Presupuestos Generales del año 2025 para que puedan aumentar las partidas presupuestarias destinadas a las políticas de drogas y adicciones, así como “potenciar” el Plan Nacional sobre Drogas, para que las entidades puedan seguir trabajando.

En paralelo, hizo referencia a algunas “demandas históricas” de la red, que actualmente están en la agenda política, como el Anteproyecto de ley para la prevención del consumo y los efectos del alcohol en menores, el Anteproyecto de ley para proteger a menores en entornos digitales y La Ley de Seguridad Ciudadana.

Por último, reconoció los “esfuerzos” realizados desde el Gobierno para “proteger a las personas más vulnerables” frente a los posibles “riesgos asociados al juego” en los últimos años y dijo “confiar” en que la “solución” al Real Decreto 958/2020 de comunicaciones comerciales de las actividades de juego, algunas de cuyas disposiciones fueron anuladas por el Tribunal Supremo debido a un problema de rango normativo, “llegue lo más pronto posible”, al entender que es “fundamental cerrar esos vacíos legales que permiten que ciertas prácticas comerciales vuelven a surgir”.