Según informó hoy a Servimedia una fuente de Aena, en una jornada normal el aeropuerto de Madrid-Barajas opera unos 1.100 o 1.200 vuelos. Las gélidas temperaturas registradas esta madrugada, que alcanzaron los seis grados bajo cero, obligan a restringir las operaciones.

De hecho, los operarios del aeropuerto han trabajado durante toda la noche para mantener libres de hielo las dos pistas operativas desde ayer viernes (de las cuatro con las que cuenta Barajas). Una es para llegadas, y la otra para salidas.

Suponen en total cuatro hectáreas de terreno, incluyendo las plataformas y las pistas de rodaje, que permitirán al aeropuerto alcanzar hoy una capacidad de 78 movimientos a la hora.

La mencionada fuente incidió en que muchos aviones tienen hielo y "están pidiendo pasar por la plataforma de deshielo", donde se les aplica glicol, para derretir el hielo.

Algunos de los 106 vuelos operados por el momento en la mañana del sábado tenían que haber salido ayer por la noche. Cada compañía se encarga de reorganizar sus vuelos, de gestionar su flota, de reubicar a sus pasajeros y de los viajeros de sus vuelos que permanecen en tierra, a la espera de despegar hacia su destino.