La mayor parte de los 9.000 atropellos mortales se producen, según el ETSC, en zonas urbanas residenciales. Según el consejo, muchos de estos fallecimientos podrían evitarse si los gobiernos europeos tomaran las medidas adecuadas.

Entre las peticiones de este consejo,destaca un plan destinado a los cuerpos policiales para que sean los propios agentes los que animen a los conductores a desplazarse más a menudo a pie o en bicicleta. También proponen un mejor diseño de los actuales sistemas de control del tráfico urbano, que no se centran lo suficiente en mejorar la seguridad de los peatones y los ciclistas, especialmente en lo relativo a la vigilancia del exceso de velocidad.

Por otro lado, el ETSC asegura que es necesario que se tomen ciertas medidas a nivel comuniario, como, por ejemplo, elaborar una directiva relativa a la fabricación de vehículos con frontales más seguros. También considera preciso fomentar campañas europeas destinadas a despertar la conciencia de los conductores sobre estos accidentes.

"Debería ser una prioridad para todos los responsables europeos de los sistemas de tráfico en las ciudades tener más en cuenta las necesidades y la vulnerabilidad física de peatones y ciclistas, incluídas las personas que poseen una movilidad reducida o limitda", ha manifestado el presidente del Consejo Europeo para la Seguridad en los Transportes, Rudolf Günther.