La conclusión principal extraída de esta jornada es el "grave problema ecológico" que suponen los incendios, así como sus "negativas consecuencias para la biodiversidad", según informa hoy el Gobierno cántabro.

Asimismo, se constata la influencia del ámbito socieconómico y cultural como un elemento "determinante" en el análisis de la causalidad de los incendios forestales. En el caso de Cantabria, se ha verificado que la relación del número de incendios forestales intencionados es una de las más elevadas de España.

El impacto más grave derivado de los incendios forestales es la desertificación de los terrenos forestales, lo que impide, en muchos casos, la restauración ecológica de los mismos.

En lo que va de año se han registrado en Cantabria más de 700 incendios forestales. La práctica totalidad de ellos han sido intencionados, y la mayoría de ellos provocados con el fin de quemar especies de matorral existentes, al objeto de favorecer la regeneración de los pastos.